El Sindicato de Camioneros, bajo la conducción lanzó una campaña solidaria urgente para asistir a las familias afectadas por las inundaciones en Campana y Zárate. Así lo expreso en un video el Secretario Gremial, Marcelo Aparicio.
Ante la dramática situación que atraviesan cientos de vecinos en las zonas de Campana y Zárate, como consecuencia del fuerte temporal que provocó inundaciones y pérdidas materiales, el Sindicato de Camioneros no se queda de brazos cruzados. Desde el primer momento, nuestros compañeros se pusieron a disposición para llevar ayuda, demostrar presencia y tender una mano solidaria a quienes más lo necesitan.
“Cuando una familia pierde lo poco que tiene por el agua, no hay tiempo que perder. La solidaridad no se declama, se practica con hechos”, expresó Marcelo Aparicio, quien encabeza esta campaña junto con el Secretario General, Hugo Moyano, el adjunto, Pablo Moyano y toda la comisión directiva que, con la misma fuerza con la que lucha día a día por los derechos de los trabajadores. Camioneros ya está organizando centros de acopio y una red de voluntarios para hacer llegar alimentos, ropa, colchones y agua potable a las zonas más afectadas.

La sede gremial se convirtió en un centro de operaciones solidarias, donde día y noche se reciben donaciones y se preparan cargamentos con insumos esenciales. Camioneros no solo pone a disposición su estructura logística, sino también su corazón y compromiso con el pueblo trabajador. “Hoy más que nunca, demostramos que ser camionero no es solo conducir un camión, es ser parte de una gran familia que nunca abandona a nadie”, remarcó Aparicio.
Esta no es la primera vez que el gremio se moviliza ante una emergencia. La historia de Camioneros está marcada por la acción concreta en los momentos más difíciles del país. Y esta vez no será la excepción: cada compañero y compañera sabe que el dolor del otro también es nuestro.
Convocamos a toda la comunidad a sumarse. Porque cuando las aguas suben, también debe crecer la solidaridad. Camioneros está en la ruta de la ayuda, con el motor encendido por la empatía y la unidad. ¡Nadie se salva solo!