En el mes de octubre, cuando el mundo se une para generar conciencia sobre el cáncer de mama, los trabajadores y trabajadoras del Sindicato de Camioneros vuelven a demostrar que el compromiso social no es una declaración: es una práctica sostenida en el tiempo.
Desde hace tres años consecutivos, las compañeras y compañeros de Cliba base Olazábal se suman con convicción a la Campaña Mundial de Concientización sobre el Cáncer de Mama, utilizando guantes rosas durante su jornada laboral. Puede parecer un gesto simple, pero su valor simbólico y humano es inmenso.
Ese color, que identifica la lucha contra una de las enfermedades que más afecta a las mujeres, se transforma en una bandera de compromiso. Y es también un recordatorio para todas: la detección temprana y los controles médicos periódicos salvan vidas.

Cada año, en esta fecha, miles de trabajadores y trabajadoras hacen visible una causa que nos atraviesa como sociedad. Porque la salud también es un derecho que se defiende desde el gremio, desde la base, desde la calle, desde cada lugar donde un compañero o compañera se pone al servicio de los demás.
No es casual que esta acción se sostenga en el tiempo. No es una moda, ni una campaña de ocasión. Es parte de una conciencia colectiva que crece dentro del sindicato, que impulsa el cuidado, la empatía y la solidaridad como valores fundamentales del trabajo organizado.
Desde Camioneros celebramos y apoyamos estas iniciativas. Porque cuando un trabajador levanta la voz por la salud de las mujeres, también está luchando por un mundo más justo, más humano y más igualitario.
La lucha contra el cáncer de mama no se detiene en un mes. Pero octubre nos recuerda que no estamos solos, que hay compañeras y compañeros comprometidos, que hay gremios presentes y que la prevención sigue siendo nuestra mejor herramienta.
Tres años después, el mensaje se mantiene firme y claro: seguimos generando conciencia y acompañando a todas las mujeres en esta lucha que también es nuestra.