Facundo Arce, trabajador de la recolección, lo perdió todo en un incendio. En medio del dolor, encontró el respaldo incondicional del Sindicato de Camioneros, que junto a Luis Coronel y los compañeros del gremio, le tendieron la mano para volver a empezar.
Una madrugada, el mundo de Facundo Arce y su familia cambió para siempre. El humo, el fuego, la desesperación. “Fue horrible, una desesperación total… me despertó mi hijo, salí corriendo de la cama y estaba todo negro”, recuerda con la voz aún temblorosa. Así, en segundos, se esfumaron las paredes que albergaban su historia, su seguridad, su hogar.
Pero lo más importante, la vida, se salvó. Y con ella, la fuerza para seguir adelante.
En tiempos donde la crisis económica y la incertidumbre golpean con dureza a los trabajadores, perder todo en un incendio no es solo una tragedia: es una herida profunda que duele más cuando no hay red de contención. Por eso, la presencia del Sindicato de Camioneros no fue un gesto más: fue un acto de humanidad, de compromiso, de verdadera fraternidad sindical.

Facundo lo dice con palabras sencillas pero cargadas de emoción: “No tengo palabras para agradecer… estoy más que bendecido de pertenecer a este gremio”. Y no es para menos: gracias al esfuerzo conjunto del gremio y del compañero Luis Coronel, recibió una heladera, una cocina, camas, colchones, frazadas, chapas, tirantes y otros elementos esenciales para comenzar a reconstruir su casa y su vida.
Porque cuando un compañero cae, el gremio se levanta con él. Porque para nosotros, la solidaridad no es un slogan, es acción concreta. Es estar donde hay que estar. En la calle, en la lucha, y también en el abrazo al que sufre.
Facundo y su familia enfrentan ahora el desafío de empezar de nuevo. Pero no están solos. Están rodeados del calor de sus compañeros, del apoyo de su sindicato, de la certeza de que la unidad es la única fuerza capaz de torcerle el brazo a la adversidad.
Hoy más que nunca, reafirmamos lo que somos: un gremio que no deja a nadie atrás. Porque la verdadera fortaleza de los Camioneros está en su gente.