En una Argentina atravesada por la angustia social y económica, los gremios del transporte se declaran en estado de alerta y movilización. Porque no hay futuro posible sin trabajo digno, industria nacional y respeto por los derechos de los trabajadores.
La Argentina atraviesa una de las crisis más profundas de su historia reciente. Cada día, miles de familias trabajadoras ven peligrar su fuente de ingreso, su dignidad y su derecho a un futuro mejor. Frente a este panorama, el movimiento obrero no puede ni va a quedarse de brazos cruzados.
La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), de la cual el Sindicato de Camioneros forma parte activa, realizó un Plenario Nacional con la presencia de más de 500 compañeros y compañeras de todo el país. En esta instancia se tomó una decisión firme y necesaria: declarar el Estado de Alerta y Movilización, en defensa de nuestros derechos, nuestros puestos de trabajo y la soberanía de los sectores estratégicos del transporte.

Las medidas impulsadas por el Gobierno Nacional —como la desregulación de la Marina Mercante, del sector aeronáutico, y el desmantelamiento de Vialidad Nacional— no son técnicas ni inocuas: son decisiones políticas que benefician a los grandes grupos económicos en detrimento del pueblo trabajador. A esto se suma el intento de limitar el derecho constitucional a huelga, lo que representa un ataque directo al corazón del movimiento obrero.
Por eso, desde el gremio y junto a la CATT, avanzamos en un plan de lucha que incluye paros sectoriales, asambleas sorpresivas y una gran movilización nacional. Porque cuando nos quitan el trabajo, nos quitan la vida. Y cuando se ataca al transporte, se paraliza la Argentina.
El mensaje es claro: no hay país sin trabajadores, y no hay desarrollo posible sin un Estado presente que defienda la industria nacional y los derechos laborales. Los camioneros, como siempre, estamos en la primera línea de esta pelea. No por un interés sectorial, sino porque entendemos que nuestra lucha es también la de millones de argentinos y argentinas que hoy sienten que el presente se desmorona y que el futuro se aleja.
Hacemos un llamado urgente al Gobierno Nacional a abrir una instancia de diálogo real y constructiva, que escuche a quienes todos los días ponemos en marcha al país. Y lo decimos con la fuerza de la historia y el respaldo de nuestra gente: si tocan a uno, respondemos todos.
La unidad, la dignidad y la organización serán nuestras herramientas. Porque cuando la patria duele, el transporte no se detiene: se organiza y lucha.
