En el marco de una nueva estadía en el querido Hotel 1° de Mayo de La Falda, las compañeras y compañeros del Departamento de Jubilados siguen compartiendo días llenos de emoción, alegría y reencuentro, celebrando el orgullo de haber sido parte de la gran familia camionera.
Durante la jornada, los compañeros del Departamento de Jubilados realizaron una visita a la localidad de Tanti, donde disfrutaron del paisaje serrano, la tranquilidad del entorno y el placer de seguir creando recuerdos junto a sus pares. Cada salida se convierte en una oportunidad para fortalecer los lazos que los unen desde hace tantos años de trabajo y militancia sindical.
Pero al volver al hotel, la actividad no terminó. El compañero Juan Caruso, siempre comprometido con el bienestar del grupo, organizó una clase de gimnasia para todos, con ejercicios adaptados, buena música y mucha energía positiva. Fue una tarde diferente, donde la risa y el movimiento demostraron que la vitalidad no tiene edad cuando hay ganas y compañerismo.
Estas actividades son mucho más que recreativas. Hablan de un gremio que no se olvida de quienes pusieron el cuerpo y el corazón en cada jornada laboral, y que sigue acompañándolos en esta nueva etapa con propuestas pensadas para su bienestar físico, emocional y social.
En cada charla, en cada mate compartido, se respira gratitud, orgullo y memoria. Porque ser jubilado no es alejarse del sindicato: es seguir siendo parte activa de una historia colectiva, con el reconocimiento que merece cada uno de ellos.
Desde el sindicato celebramos y acompañamos estas jornadas, que son una forma concreta de decirles gracias, de cuidarlos y de devolverles un poco de todo lo que dieron. Porque la familia camionera es para toda la vida, y nuestros jubilados y jubiladas son un ejemplo vivo de lucha, dignidad y compromiso.
