Fabián Arévalo: “La Copa Amistad nos une, nos acerca y nos recuerda que somos una gran familia camionera”

La Delegación de Monte Grande vivió una jornada distinta, marcada por el deporte, la participación familiar y el compañerismo. Bajo la organización de los jóvenes y el cuerpo de delegados de todas las empresas de Esteban Echeverría, se realizó un torneo interno que llevó un nombre cargado de sentimiento: Copa Amistad Adrián Valenti, en homenaje al querido “Chueco”, recordado por todos los trabajadores de la zona.

Fabián Arévalo, delegado y referente de la delegación, destacó la importancia de esta iniciativa que nació de la juventud camionera. “Gracias a los jóvenes que trajeron el proyecto, lo armaron y lo plasmaron junto al cuerpo de delegados. La verdad que el concepto de esta Copa Amistad es hermoso, y un reconocimiento a nuestro Chueco”, expresó emocionado.

Arévalo remarcó que estos espacios sirven para unir lo que muchas veces el trabajo diario separa. “Antes, nos cruzábamos con compañeros de otras empresas casi únicamente en un móvil o en algún conflicto. Pero esto es distinto: esto es venir, compartir, participar. Hoy es domingo y muchos vinieron con su familia, con sus hijos. Eso es lo más lindo”.

La jornada comenzó temprano, y para la sorpresa de muchos, nadie tenía apuro por irse: desde las 10 de la mañana, entre mates, gritos desde la tribuna improvisada y abrazos, los trabajadores fueron construyendo una experiencia que trasciende el torneo. “Es muy lindo ver a los jóvenes involucrándose en lo gremial, lo social y también en el deporte. Felicito a todos los chicos y al cuerpo de delegados que hicieron posible que esto suceda”, señaló Arévalo.

El delegado también agradeció a todos los trabajadores de las distintas empresas que se acercaron a participar, y al equipo de comunicación que estuvo desde temprano cubriendo la jornada. “Es un orgullo ver esta convocatoria. Se nota que la gente necesitaba un espacio así, sano, familiar, de encuentro”.

Antes de despedirse, Arévalo hizo un reconocimiento especial: el Club Camioneros, que venía de consagrarse campeón el día anterior. “Quiero felicitar a nuestro club, a todo el equipo de primera que ayer salió campeón y hoy enfrenta un nuevo desafío en la Metropolitana. Agradecer a la gente de Monte Grande que siempre acompaña al club y que seguirá acompañándolo”.

Lo que dejó el torneo fue más que una copa: dejó comunidad, dejó memoria, dejó familia.
Una tarde donde los trabajadores no se cruzaron por un conflicto, sino por algo mucho más grande: el orgullo de ser camioneros y el deseo de seguir construyendo espacios de unión.

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