El Secretario General del Sindicato de Camioneros, les habló a los trabajadores directamente, les contó su vida y su histórica lucha por defender los derechos y la dignidad de los trabajadores.
«Como trabajador argentino, he vivido una vida marcada por la humildad, el esfuerzo y la lucha constante por la dignidad. Algún día, mis hijos y nietos me preguntarán: «¿Por qué estamos tan mal?» Yo responderé: «Estamos mal porque no alcanzó la lucha que yo di, pero peor sería si no hubiera luchado». Mi infancia fue humilde, pero llena de amor y dignidad. Mi padre, un hombre de principios, nos enseñó que la felicidad no depende de la riqueza. Recuerdo nuestros cumpleaños, con un pastelito y un chocolatito, sin regalos, pero llenos de alegría.
Mi vida laboral comenzó a los 17 años, como peón. Descubrí el valor del sindicalismo y la lucha por los derechos de los trabajadores. «El sindicalismo cumplió una presión muy importante en la sociedad», porque nos permite defender nuestros intereses y mantener la dignidad. He visto cómo la política y la economía pueden afectar la vida de los trabajadores. Pero también he visto cómo la solidaridad y la lucha pueden cambiar las cosas. «Nunca hay que abandonar los objetivos, y nuestro objetivo es darle dignidad a la gente de trabajo».
Argentina tiene todo para prosperar: petróleo, litio, tierras fértiles, agua. Pero necesitamos alguien que defienda los intereses del pueblo, no de los poderosos. «El hombre que nació de la fía del trabajo, que pasó por hogares humildes, va a hacer lo imposible para que en ningún hogar argentino quede un plato de comida».
Tengo fe en un futuro mejor. Si Dios quiere, vamos a salir adelante. Nunca hay que rendirse. Mi historia es un testimonio de lucha y esperanza. ¡Que no me hagas atrás nunca!
Hugo Moyano una historia de lucha y esperanza
