Javier Sosa, trabajador de Urbasur Morón y pertenece a la rama Remolques y Mecánicos, participa del curso de Inyección Electrónica Módulo 2 que el Sindicato de Camioneros realiza junto a la Universidad Tecnológica Nacional (U.T.N.). Con experiencia previa en electricidad, llegó al aula buscando profundizar lo que le faltaba: las bases técnicas de un sistema cada vez más presente en los vehículos de trabajo.
“Sí, venía con conocimientos, pero me faltaban varias cosas técnicas”, cuenta Javier con sinceridad. A medida que avanzaron las clases, notó cómo la teoría y la práctica empezaban a encajar. “Nos está yendo bastante bien. Vamos aprendiendo mucho y descubriendo cosas nuevas. En la parte de inyección electrónica había cosas que no tenía claras y acá las estoy entendiendo”.
Para él, este segundo módulo no solo refuerza lo aprendido, sino que tiene un impacto directo en su día a día laboral. “En la empresa lo tomaron bien. Me sirvió para resolver trabajos que antes me costaban. Ahora llego con más herramientas”, destaca.
El curso reúne a trabajadores de distintas empresas, lo que genera un intercambio constante de experiencias. “A algunos ya los conocía del primer curso y a otros los conocí acá. La relación es muy buena”, explica. Ese compañerismo también se refleja en la dinámica con los profesores de la UTN, acostumbrados a estudiantes recién egresados del secundario y que ahora se encuentran con trabajadores con años de taller encima. “Nos llevamos muy bien, tienen buen diálogo y enseñan excelente. Ramón y José explican todo muy claro”, afirma.
Una ventaja clave es la presencia de un instructor que también es trabajador camionero, lo cual facilita la práctica y conecta la capacitación directamente con la realidad del oficio. “Aporta muchísimo en lo práctico”, reconoce Javier.
Más allá del trabajo, la formación también abre puertas para el futuro. “Esto sirve para la empresa y también para uno, para la vida cotidiana, para un taller propio si el día de mañana querés avanzar”, dice. Además, destaca que no se forman solo en camiones, sino también en vehículos comunes que funcionan con tecnologías similares.
Javier deja un mensaje para quienes todavía no se animan a inscribirse: “Es importante hacerlo. En el taller estamos acostumbrados a renegar con cosas que nos cuestan, y estos cursos te ayudan a entender más y a renegar menos”.
