En el predio de Peones de Taxis, durante el encuentro de la Juventud de la ITF, la diputada nacional electa por Fuerza Patria, Kelly Olmos, dejó un mensaje firme y directo sobre el presente del movimiento obrero y los desafíos que enfrenta la Argentina. Con una mirada crítica y profunda, Olmos destacó la importancia de formar a las nuevas generaciones de dirigentes sindicales para defender los derechos que hoy vuelven a estar en riesgo.
“Es muy estimulante ver a tantos jóvenes comprometidos. La formación es clave: necesitan conocimiento, firmeza y organización para sostener los derechos laborales que les corresponden”, afirmó. Para la diputada, el sindicalismo no es una opción entre muchas, sino la columna vertebral de cualquier sociedad justa. “Sin organización gremial no hay vigencia de derechos laborales ni posibilidad de luchar por una mejor calidad de vida”, remarcó.
Consultada sobre el panorama político actual, Olmos fue contundente al referirse al gobierno de Javier Milei y su intención de avanzar con una reforma laboral regresiva. Recordó que el antecedente del DNU 70 ya contenía un capítulo orientado a esa flexibilización que hoy buscan reinstalar. “Con su plan económico de especulación, timba y endeudamiento, erosionaron la competitividad de la estructura productiva. Y ahora, en vez de corregir ese modelo, pretenden transferir recursos desde los ya debilitados ingresos de los trabajadores hacia los empresarios”, advirtió.
Para la diputada, el ataque constante del gobierno hacia los sindicatos y hacia los dirigentes del campo nacional y popular tiene un objetivo político claro: romper el vínculo de la ciudadanía con las estructuras que históricamente defendieron los derechos del pueblo trabajador. “Demonizan a los dirigentes porque quieren alejar a la gente de las únicas organizaciones que pueden garantizar cambios reales en la calidad de vida. Sin sindicatos y sin una estructura política comprometida, nadie puede mejorar la dignidad de los trabajadores”, sostuvo.
En un escenario donde se discuten modelos de país y el rol de las instituciones, la presencia de Kelly Olmos en este encuentro de la ITF dejó un mensaje claro: la juventud gremial es indispensable para sostener y proyectar la defensa de los derechos laborales frente a los intentos de retroceso. Una reflexión necesaria en tiempos donde la organización, una vez más, vuelve a ser la herramienta central del movimiento obrero.
