Barrendero de la empresa Ashira Martín y Martín y boxeador profesional de peso crucero, Kevin Ramírez combina el esfuerzo del trabajo diario con la disciplina del deporte de alto rendimiento. Con orgullo, asegura que cada vez que sube al ring lo hace en nombre de su país y del gremio que lo respalda.
Kevin relató con emoción lo que significó su primera experiencia internacional como boxeador profesional: “La experiencia que fue allá en Arabia Saudita es algo muy lindo. Ahora, si Dios quiere, en octubre vamos de nuevo y vamos a representar bien a la Argentina y al gremio”.
Su pasión por el boxeo nació en la familia y lo llevó a seguir un camino marcado por sus mayores. “Esto ya viene de familia. Tengo un hermano que fue campeón del mundo también. Mi viejo que le gusta el boxeo y nada, seguí sus pasos y mirá, hoy en día estamos acá y estamos aprovechando la oportunidad que se nos está presentando”, contó con orgullo.
El trabajo diario no le impide entrenar con la exigencia que requiere un deportista de élite. “El entrenamiento es muy pesado, yo hago doble turno: a la mañana entreno a las 8, después vengo a trabajar y en el segundo turno lo meto también cuando salgo de trabajar”, explicó, detallando que combina preparación física y técnica con un estricto cuidado de la alimentación: “Gracias a mi profe siempre me enseñó a alimentarme bien y sigo sus pasos”.
Su viaje a Arabia Saudita fue un antes y un después, no solo en lo deportivo sino también en lo personal: “Fue la primera vez que viajamos en abril. La gente, el trato… es otra cosa, la cultura, un país hermoso”, recordó.
En todo momento, Kevin subrayó la importancia del acompañamiento gremial en su carrera: “Déjame agradecerle a Hugo Moyano, a Pablo Moyano, a Marcelo Aparicio, a la Secretaría de Deportes que están siempre ahí dándome una mano para que yo pueda llegar de la mejor manera, a mi delegado y a todos los supervisores que están siempre dándome una mano y siempre la mejor”.
La historia de Kevin Ramírez sintetiza lo que significa ser camionero: esfuerzo, sacrificio, solidaridad y orgullo. En la calle o en el ring, su compromiso es el mismo: dejar en alto el nombre de la Argentina y del gremio que lo acompaña.
