A punto de cerrar otro año de capacitación, el decano de la UTN, Guillermo Oliveto, lo resume con una emoción que atraviesa cada una de sus palabras: “Es un enorme orgullo haber completado estos 18 años de trabajo conjunto”. Para Oliveto, no se trata solo de cursos o certificaciones. Detrás de este recorrido hay historias humanas, transformaciones profundas y un vínculo que creció muchísimo más de lo que cualquiera imaginaba aquel primer día de clases.
En casi dos décadas de alianza entre la UTN y el Sindicato de Camioneros, miles de trabajadores fortalecieron sus capacidades laborales y ampliaron sus horizontes en un contexto marcado por cambios tecnológicos vertiginosos. Pero Oliveto destaca un aspecto que revela la esencia del proyecto: no solo aprendieron los trabajadores; también aprendió la universidad. “En esta sinergia con el gremio —explica— seguimos creciendo. Estamos siempre buscando nuevos desafíos para enseñar mejor”.
Cuando comenzaron, la meta era clara: una universidad pública al servicio de los trabajadores, acompañando al gremio para mejorar la formación y la vida laboral de los camioneros. Pero, con sinceridad, Oliveto reconoce que jamás pensaron que aquel convenio inicial llegaría a convertirse en lo que es hoy. “Todo cambió —afirma—. Y nosotros tenemos que estar en la vanguardia, capacitando a choferes y mecánicos que ven día a día cómo evoluciona la tecnología en los vehículos pesados”.
Aunque en Argentina el desarrollo de camiones pesados es limitado, la formación abre caminos: mejores oportunidades laborales, nuevas habilidades y hasta la posibilidad de iniciar un proyecto independiente. Para Oliveto, éste es un valor central del trabajo conjunto: “El gremio no solo pelea salarios; también se preocupa por formar a su gente”. Esa mirada, sostiene, es lo que hizo crecer esta alianza año tras año.
Con el 2025 llegando a su fin, Oliveto confirma que ya están proyectando los desafíos para 2026: más tecnología, más cursos, más herramientas pensadas para el trabajador. La convicción es la misma que hace 18 años: acompañar, abrir puertas y construir futuro. “Estamos en eso, seguimos trabajando”, concluye el decano, convencido de que lo mejor todavía está por venir.
