Raúl Zavala, secretario de la rama de Aguas y Gaseosas del Sindicato de Camioneros, fue una de las figuras clave en una jornada cargada de emoción y sentido de pertenencia. Ochenta trabajadores de la actividad, acompañados por sus familias, expresaron su agradecimiento al secretario general Hugo Moyano por haber garantizado la continuidad laboral y una indemnización justa, luego de un proceso de negociación que duró tres largos meses.
“Como dice Hugo, los empresarios deben reconocer el esfuerzo de los trabajadores, porque gracias al cuerpo que pusieron, muchos de ellos se hicieron millonarios”, sostuvo Zavala. Y no lo dice con resentimiento, sino con la claridad de quien conoce el valor del trabajo y el sacrificio. “Hoy es un día importante, porque los compañeros pueden irse con algo que les permita pensar en un autito, un terrenito, una casita… y eso, en estos tiempos, no es poca cosa”.
La negociación fue larga y dura. Zavala explicó que recién una hora antes del acto lograron cerrar el acuerdo. «Con los gobiernos de hoy, los empresarios se animan a tensar más la cuerda. Pero no íbamos a permitir que les sacaran un peso a nuestros compañeros. Esto que conseguimos nosotros, lo llamamos la Ley Moyano”, remarcó con orgullo.
El dirigente no dudó en destacar el trabajo de los delegados Maxi y Sergio, a quienes elogió por su compromiso y profesionalismo. “Durante estos tres meses no recibimos ni un solo llamado de preocupación por parte de los trabajadores. Esa confianza que tienen en el gremio y en la rama nos da tranquilidad. Ellos sabían que no íbamos a soltarlos”, afirmó.
Zavala también se refirió al contexto general de la actividad, golpeada por la caída del consumo. “Hoy parece que la gente dejó de tomar cerveza, y eso afecta. Pero los compañeros aguantaron, sabiendo que estábamos trabajando por ellos”, explicó. La rama de Aguas y Gaseosas supo estar a la altura, defendiendo cada puesto de trabajo con firmeza.
Al mirar la foto de los 80 trabajadores, Zavala no pudo evitar emocionarse. “Siento lo mismo que sentí cuando me tocó cobrar mi indemnización, con la esperanza de un nuevo comienzo. Llegar a casa y poder mostrar ese papel que asegura continuidad laboral, ver la alegría de la familia… eso no se olvida. Solo tengo palabras de agradecimiento para Hugo, para la Comisión Directiva, y para todos los que confían en nosotros. Hoy, más que nunca, demostramos que el gremio está para cuidar a su gente».
