La Delegación San Justo del Sindicato de Camioneros vivió una jornada distinta, cargada de humanidad y solidaridad. Bajo una lluvia persistente, jubilados y jubiladas recibieron lentes gratuitos, controles médicos y un almuerzo digno que se transformó en un encuentro de afecto y compañerismo.
“Con los años que llevo en este trabajo, para mí es un orgullo poder colaborar con nuestros abuelos y abuelas”, expresó emocionado Pablo Villalba, referente de la Delegación. Sus palabras resumieron el espíritu de la actividad: tender la mano allí donde más se necesita, especialmente en un contexto de crisis que golpea con crudeza a los adultos mayores.
Villalba destacó el acompañamiento del intendente Fernando Espinoza y de los compañeros Hugo y Pablo Moyano, junto a Marcelo Aparicio, quienes hacen posible que estas campañas se lleven adelante. Pero puso el acento en lo más importante: “Más allá de lo político, esto lo tomamos como una ayuda humana, porque hay mucha gente que no puede pagarse unos anteojos o un estudio médico. Y todos merecemos vivir los años que nos quedan con dignidad”.
El salón repleto fue un reflejo de la necesidad. Entre charla y charla, los jubilados compartieron sus preocupaciones: la falta de ingresos suficientes, el precio de los medicamentos, la angustia por no saber cómo llegar a fin de mes. Villalba lo resumió sin vueltas: “Nuestros abuelos trabajaron toda la vida y merecen tener un sueldo digno, una comida digna, medicamentos y tranquilidad. Eso es lo que nosotros también soñamos para cuando nos toque estar de ese lado”.
La jornada no estuvo marcada solo por la atención sanitaria. También fue un encuentro gremial de unidad, con la presencia de los compañeros de la rama Logística de Martín & Martín, la UOCRA, el gremio del Plástico y la mesa sindical de San Justo. Como en cada actividad, los camioneros demostraron la fuerza de la solidaridad: compañeros que trabajaron de noche, madrugaron para colaborar y volvieron luego a sus tareas. “Hoy cocinaron una raviolada espectacular para todos los abuelos. Esto es lo que nos enseñó nuestro gremio y lo que llevamos en la sangre”, señaló Villalba.
La jornada dejó en claro que, cuando la realidad se vuelve dura, lo humano siempre abre un camino. La Delegación San Justo reafirmó que la solidaridad no es un gesto aislado, sino un modo de vida, una bandera que dignifica a quienes la sostienen.