En la base de Camacua, Alberto delegado de la recolección del municipio de Avellaneda compartió su experiencia y resaltó la importancia de la tarea diaria que realizan los trabajadores camioneros para mantener la ciudad en condiciones. La solidaridad, el sacrificio y el compromiso con los vecinos marcan la identidad de un sector que no se detiene ante nada.
El delegado explicó que la labor que realizan los recolectores se centra en levantar todo tipo de residuos voluminosos que no entran en la recolección domiciliaria habitual. “Los compañeros levantan bolsas de producido barrido, colchones viejos, camas rotas, cocinas, ramas. De eso se trata el servicio”, señaló.
Remarcó que es un trabajo fundamental, ya que contribuye a mantener las calles en condiciones y a complementar la tarea de la recolección tradicional. “Nuestro trabajo es ese, dejar Avellaneda limpia”, destacó.
La exigencia de la tarea no solo se mide en esfuerzo físico, sino también en el compromiso diario frente a cualquier condición climática. “No hay un día específico para trabajar. Llueva o no llueva, se trabaja”, subrayó, resaltando la voluntad de los trabajadores de cumplir con su labor más allá de las dificultades.
Sobre el vínculo con los vecinos, el delegado aseguró que existe un reconocimiento por el esfuerzo diario: “El vecino está muy conforme con el servicio nuestro”. Además, puso en valor el buen ambiente laboral dentro de la base: “Acá en Camacuante hay mucha solidaridad, que es lo que pregona el gremio de camioneros”.
Con más de tres décadas en la actividad, el delegado repasó la evolución de la tarea a lo largo del tiempo. Reconoció que antes las jornadas eran más exigentes, con recorridos más extensos, pero celebró que en la actualidad los recorridos se achicaron gracias a la incorporación de nuevos trabajadores. “Se tomó también muchos hijos de compañeros, y lo importante es que se incorporaron bajo convenio de camioneros”, destacó.
La entrevista refleja la esencia del trabajo camionero: esfuerzo, compromiso y solidaridad. Los recolectores de Avellaneda son la cara visible de un servicio indispensable, que mantiene a la ciudad limpia y fortalece día a día el orgullo de pertenecer al gremio.