Una jornada solidaria que reafirma el compromiso de los trabajadores camioneros con su comunidad.
En el barrio La Cava de Villa Fiorito, el Sindicato de Camioneros llevó adelante una nueva jornada solidaria que reafirmó, una vez más, el compromiso de los trabajadores con quienes más lo necesitan. En medio de un contexto económico y social que golpea con fuerza, la acción colectiva se convirtió en una herramienta concreta para acompañar a cientos de familias.
Durante la actividad, se prepararon y distribuyeron más de 5.000 pollos a vecinos y vecinas del barrio. La iniciativa no solo significó un alivio material para los hogares alcanzados, sino también un gesto de cercanía y presencia de una organización que, fiel a su historia, no se desentiende de la realidad popular.
Uno de los compañeros presentes, Adrián, perteneciente a la rama lácteos, expresó el sentimiento que recorría a muchos de los trabajadores y trabajadoras que participaron. Dijo sentir «orgullo por el gremio» al ver la acción solidaria en marcha, pero también «pena por toda esta gente que la está pasando mal», reflejando el contraste entre el compromiso gremial y la dura situación que atraviesan muchas familias.
A lo largo de la jornada, no faltaron los gestos de gratitud de parte de los vecinos. Una madre, visiblemente emocionada, agradeció a quienes hicieron posible la entrega, destacando que «hoy vamos a poder poner un plato de comida en la mesa». Otro vecino comentó que lo más valioso no era solo el alimento, sino la certeza de que «no estamos solos» y que «los camioneros no se olvidan del barrio».
Desde el Sindicato de Camioneros remarcaron que este tipo de acciones forman parte de una visión más amplia del rol sindical, que trasciende la defensa de derechos laborales para abrazar también la responsabilidad social y la solidaridad activa. Entienden que la presencia en los barrios y la organización popular son parte fundamental de su identidad.
Reafirmaron que, para el gremio, «la solidaridad no se declama: se practica», y que es en las calles, junto al pueblo, donde esa práctica cobra sentido.
Así, con convicción, compromiso y unidad, los trabajadores camioneros continúan demostrando que el camino es colectivo y que, ante cada necesidad, la organización y la solidaridad siguen siendo nuestras herramientas más poderosas.