En un contexto social y económico adverso, el Sindicato de Camioneros vuelve a hacer posible una de sus tradiciones más queridas: el viaje de vacaciones de invierno para los hijos e hijas de los afiliados. Yoyo Maldonado, secretario de Turismo del gremio, destacó el esfuerzo colectivo que lo hizo posible y la importancia de garantizarles a los chicos una experiencia inolvidable.
Hay decisiones que no se toman con la cabeza, sino con el corazón. Y así, a pesar de la crisis económica y de un gobierno nacional que da la espalda a los que más necesitan, el Sindicato de Camioneros vuelve a poner a sus afiliados —y sobre todo a sus hijos— en el centro de las prioridades. Este invierno, como hace casi 40 años, los camioneritos vuelven a viajar a Córdoba, al tradicional Hotel 1° de Mayo en La Falda, en una experiencia que mezcla vacaciones, contención y aprendizaje.
Yoyo Maldonado, secretario de Turismo del gremio, no esconde su emoción al hablar del operativo que costó más que otros años, pero que se logró sostener gracias al compromiso de toda la estructura sindical. “En un momento difícil del país, donde la mayoría de los trabajadores está pasando un momento muy duro, con mucho esfuerzo se logró armar los contingentes”, explicó, reconociendo especialmente el impulso del compañero Hugo Moyano y la ayuda de la mutual que lideran Enrique y Puebla.
Esta edición del viaje no es una más. Muchos chicos —como cada año— viajan por primera vez sin sus familias. “Hay algunos que no están acostumbrados a separarse de los padres así, siete días… y esa contención se la dan los compañeros, los profesores, la gente del hotel”, remarcó Maldonado, resaltando el compromiso humano detrás de cada excursión.
La estructura del operativo incluye dos contingentes: primero parten las seccionales del interior del país, y luego viajan los chicos de Buenos Aires. A lo largo de la semana en Córdoba, los niños y niñas participarán de actividades recreativas, educativas y culturales. “La idea es que puedan ver otro estilo de vida, cómo es la naturaleza… Córdoba tiene una gran diversidad natural y todo está pensado para que los chicos disfruten”, contó Maldonado con entusiasmo.
El Hotel 1° de Mayo, orgullo del sindicato, ha sido renovado con esmero en los últimos años. “Realmente se ha trabajado mucho para que el hotel sea uno de los mejores de Córdoba. Estamos orgullosos de eso, del trabajo de Hugo Moyano y toda su comisión directiva”, afirmó.
El viaje no solo es una oportunidad de descanso y recreación, sino una muestra viva de lo que significa tener un sindicato comprometido, que cuida y piensa más allá del momento salarial. En tiempos en los que muchas familias no pueden ofrecerle a sus hijos unas vacaciones, el gremio vuelve a estar presente. “Hoy los padres generalmente no pueden darles una estadía como solían… y el sindicato siempre estuvo al lado del trabajador, y mucho más al lado de los hijos del trabajador”, expresó Yoyo con emoción.
Y como gesto de justicia y humanidad, el operativo también contempla la participación de chicos con discapacidad. “En este momento donde tenemos un presidente que discrimina a los chicos con capacidades diferentes, nosotros hacemos el esfuerzo también: los llevamos, van acompañados con sus padres y les damos esa integración necesaria”, concluyó con firmeza.
Porque ser camionero no es solo pelear por salarios. Es garantizar dignidad, acceso, inclusión y alegría. Y este invierno, en cada risa que suene en las sierras de Córdoba, va a estar presente esa bandera que nunca baja: la del orgullo de pertenecer.
